Cuando estoy trabajando con padres, muy frecuentemente me hacen la siguiente pregunta:
“Es bueno o malo hacer eso?”
Por ejemplo, esta semana me preguntaron: “es bueno o malo que no la deje volver sola a la casa?” Y también esta semana otros papás me preguntaron: “Es bueno o malo si la ayudo con los deberes?”.
Lo que normalmente hago antes de contestar la pregunta es agradecerles. “Gracias por confiar en mí y en que podré ayudarlos.” O también: “gracias por la apertura en querer saber cómo pueden ayudar”.
Dicho eso, luego contestó: “la respuesta a la pregunta es depende.”
¿De qué depende?
“Depende de lo que ustedes quieren para su hij@”.
Depende de qué características quieren fomentar: quieren que sea independiente? ¿Quieren que sea segura? ¿Quieren que sea sociable?”
Depende de cual es el norte.
Al trabajar con padres, el norte tiene que quedar claro: ¿Que quieren los padres para ella/el? ¿En un par de años más, que quieren verla/verlo hacer? ¿Adonde quieren que este? ¿Qué cualidades quieren que tenga?
Si es que sea independiente el camino es uno, si quieren que sea dependiente el camino es otro.
Si es que sea seguro el camino es uno, si inseguro otro.
Mi función, antes de decir que pueden hacer, es ayudarlos a definir su norte y solo ahí ayudarlos a definir las acciones orientadas hacia él.
Solo al tener el norte claro es que podemos ver cómo avanzar por ese camino.
Al menos así es como lo veo yo: lo bueno o malo depende del norte.
Y tú, como padres: ¿qué norte tienen para su hijo?
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